@vicentematas en @redaccionmedica: Abismo retributivo en la carrera profesional.

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La existencia de dieciocho carreras profesionales puede ser “el germen que provoque el deterioro de uno de los mejores servicios de salud a nivel mundial”. Esta es la alerta que ha formulado Vicente Matas, responsable de la Vocalía Nacional de Atención Primaria Urbana de la Organización Médica Colegial (OMC), en cuyo último pleno ha presentado un informe en el que presenta los puntos flacos de una diversidad (y divergencia) de modelos, patente desde la propia retribución, cuyas diferencias son abultadas: hay hasta 65 puntos de diferencia entre los importes máximos y mínimos del nivel más afectado, el primero.

Diferencia entre las máximas y mínimas retribuciones por carrera profesional. Fuente: Informe de Vicente Matas presetnado en la OMC.

En los cuatro casos, Cataluña es la región con las tablas más elevadas (4.196, 8.011, 11.594 y 14.566 euros, respectivamente), frente a Baleares, donde los importes tocan el suelo nacional (1.453, 2.907, 4.360 y 5.814 euros, respectivamente). La cuantía también ha caído drásticamente durante los años de la crisis hasta la mitad en algunas comunidades, cuando no se ha congelado o suspendido directamente. La diferencia, en euros, en la retribución más elevada y la menos va desde los 2.743 euros anuales, en el nivel I, hasta los 8.752 euros, en el nivel IV.

En cuanto a los recortes, Baleares es la comunidad en la que la comparación entre el importe inicial y el vigente en 2014 ofrece un mayor recorte: más del 51 por ciento en los cuatro niveles. También han caído notablemente en la Comunidad Valenciana, que se han recortado las cuantías en un 50 por ciento en 2012 y 2013, un 75 por ciento en el presente ejercicio y no será hasta el próximo año cuando se vuelva al 100 por 100.

Suspensos por culpa de la crisis

Según el estudio comparativo que ha presentado Matas, basado en datos de los diversos servicios de salud y del Centro de Estudios CESM-Granada, hay bastantes casos de comunidades en las que, en la  práctica, los reconocimientos están suspendidos. Este es el caso de Andalucía, que están inactivos desde 2012, aunque acaba de salir una sentencia que obliga a su reanudación. En Aragón también está apagada, aunque está previsto que se reactive en 2015. En el mismo año, Cantabria, donde también están actualmente suspendidos los nuevos reconocimientos y la progresión, se reactivarán, pero en el nivel I.

También están colgados los reconocimientos y los nuevos pagos desde 2012 en Castilla-La Mancha, en Galicia, en Madrid (desde 2009 no hay nuevos reconocimientos ni ascensos de nivel), Murcia (los nuevos), País Vasco (desde abril de 2014) y La Rioja (el reconocimiento de cualquier nivel, siendo el III el máximo que actualmente se cobra). En Navarra no se ha interrumpido oficialmente, lo que ocurre es que, de acuerdo con la información presentada en el pleno de la OMC, existen “importantes” retrasos en los reconocimientos.

En su informe, Matas denuncia que entre los cuatro niveles retribuidos hay diferentes calendarios de implantación y actualización. También asegura que “lo más injusto” es que los servicios prestados como MIR “solo se computan o está previsto computarlos en Baleares, Castilla-La Mancha, Extremadura (solo en el periodo extraordinario), Murcia y Valencia”.

Gracias a @redaccionmedica por publicar esto de @jezquerra57: Gerencia y reconocimiento de las fortalezas

http://www.redaccionmedica.com/opinion/gerencia-y-reconocimiento-de-las-fortalezas-9348

De nuevo inicio un artículo sobre gestión haciendo mención a una frase de Peter Ferdinand Drucker, «Nadie debería ser nombrado para una posición directiva si su visión se enfoca sobre las debilidades, en vez de sobre las fortalezas de las personas».

Viene esta frase y este artículo al hilo del problema que se ha generado en un gran hospital de Madrid, el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda. Recientemente se han manifestado sus facultativos en contra de la dirección del hospital, llegando incluso a pedir su cese. Resulta raro, por poco frecuente, que en los hospitales se den este tipo de noticias. Por eso me animo a publicar esto.

Que los facultativos levanten la voz contra su dirección y lo hagan poniendo por delante su preocupación por la calidad asistencial y por el deterioro que la misma ya está sufriendo, me parece que es de la suficiente gravedad como para dedicarle unas líneas. Y espero que también se le dediquen unos minutos por parte de los responsables de la Consejería, que son en última instancia los que pueden revertir este deterioro.

Hace mucho tiempo que se puso en marcha el Taylorismo, idea de Frederick Taylor, que no era otra cosa que un modelo de organización del trabajo que hacía referencia a la división de las distintas tareas del proceso de producción. Es un método de organización industrial, cuyo objetivo es aumentar la productividad evitando el control que el obrero puede tener sobre los tiempos de producción. Se relaciona con la producción en cadena.

Bien, pues parece que también existen los Gerentes Hospitalarios Tayloristas. Esta forma de gerencia no es nueva y con cierta periodicidad, aparecen gerentes que la practican. El hospital no es una industria, no hace producción en cadena, y los controles de tiempos son diferentes a los de una fabricación en cadena. El cronómetro no es un buen instrumento para medir los tiempos médicos. Ya lo he comentado en algún artículo anterior, y reitero que el Hospital es el paradigma de una organización basada en el conocimiento. Si el Gerente no entiende esto, cometerá importantes errores.

Esta es la causa, a mi juicio, lo que está ocurriendo en este Hospital. La que era conocida como Clínica Puerta de Hierro, cuna de la formación MIR, por motivos que no vienen al caso, fue trasladada a un nuevo edificio, y en esta “jugada” no solo se le cambió de nombre, sino también de modelo de gestión, introduciendo la gestión mixta, esa que deja en manos privadas los servicios no sanitarios y que inventa figuras como los “tigas”, que antes se llamaban celadores, quitan el apoyo administrativo a los servicios, etc. Pero esto no es todo, pues también se intenta y está ya prácticamente conseguido, cambiar el Hospital Universitario Investigador Tradicional, a lo que está siendo convertido, un Hospital comarcal grande. Docencia, investigación, formación son algo secundario, y solo la asistencia en cantidad, no ya tanto de calidad, es lo que se quiere imponer.

Los servicios pierden efectivos, pues las jubilaciones son numerosas dado que este Hospital tiene su nacimiento hace 50 años. Médicos que se jubilan y no son sustituidos, hacen que las plantillas se ajusten y la presión asistencial aumente. Los servicios han perdido todo el control sobre su gestión. Las agendas, partes quirúrgicos, pruebas complementarias etc. son controladas, organizadas y gestionadas por la dirección. El criterio es cumplir con los objetivos de lista de espera, no salir retratados como fuera de rango, producir cantidad, sin importar cómo se haga. Y los médicos “tragan”, no se quejan o lo hacen en las “charlas de café”, por otro lado ya inexistentes. Saben en dirección que los médicos no tienen tiempo para protestar, para respirar y para organizarse. Los jefes son nombrados por tiempos definidos, son cargos sometidos al cese arbitrario, y no se plantan. Estas son las debilidades a las que me refiero con la primera frase de este texto.

La Dirección no ve la otra parte, la de las fortalezas de las personal. Los facultativos son el mejor capital de la empresa, son profesionales de prestigio, con formación y cualificación fuera de toda duda, pero no pueden abrir la boca, no puede organizarse, no les dejan gestionarse en sus propios servicios, no le permiten aplicar sus conocimientos en las áreas en las que son expertos. Las Direcciones imponen, no negocian, ordenan y mandan. Así no vamos a lograr nada. Solo desmotivación, perdida de ilusión, trabajar de mala gana, y en definitiva, cercenar las expectativas profesionales y hacer que los facultativos sean simples peones a la orden del la Reina, la Gerencia.