Un relato ficción desde una postura «apolítica». Mejor reir que llorar

Esta es la historia de una pequeña comunidad de vecinos, perteneciente a un municipio que les reprime no dejándoles sacar basuras a la calle y no meterlas en contenedores, y que le explota y roba poniéndole impuestos que entienden injustos…..¿Qué es eso de pagar tasa de basuras, impuestos de circulación o contribución? ¡Municipio represor!

Un día se levanta el presidente de la comunidad y dice, ¡convocamos reunión de vecinos para ejercer nuestro derecho a decidir! Orden del día. Punto único: «desconexión del ayuntamiento que nos oprime y nos roba», «declaración de independencia y proclamación de la república popular libre de la comunidad X».

Llega la fecha de la reunión. Hay expectación, dudas, incluso algunos vecinos creen que esto no puede salir bien. El presidente informa que tiene avales internacionales, que el derecho internacional, la ONU, y hasta su cuñado y su suegra avalan su derecho a la autodeterminación y a decidir lo que quieran ser.

El administrador de la comunidad, que parece ser que sabe algo de legislación, normas y tontunas de estas, informa que no lo ve, que le parece que puede no ser ajustado a derecho, que puede traer consecuencias. Da igual. El presidente dice que no pasa nada, que se vote, que si sale el SI, al día siguiente todos los vecinos verán crecer su pelo, ponerse rubio y los ojos cambiaran al color que desean, que en sus cuentas corrientes aparecerá más dinero, enfermarán menos, tendrán mejores trabajos, limpieza del edificio, y no sé cuantas cosas más.

Los vecinos animados y exaltados ante esta información contrastada en twitter por eminentes prohombres de no se sabe dónde, votan y deciden que sí, que se van y se independizan.

El ayuntamiento recibe la noticia acompañada de la declaración de independencia, la comunicación de que el Presidente de la hasta ahora Comunidad de propietarios ha pasado a ser Jefe del Estado y Presidente de esta nueva República., y les comunica que dejan de pagar, pero que las basuras, las calles, la luz, el agua, alcantarillado y todo eso que tenemos en el edificio, lo pagaran los que nos robaban. Y por supuesto ellos seguirán siendo ciudadanos de ese municipio, Comunidad, Estado y no faltaría más, de la Unión Europea.

No deja de ser una historia absurda, pero en estos tiempos todo es posible y soñar no cuesta nada. Y como decía en el título, mejor reir que llorar. Ademas, ¿quién no quiere ser mas alto, mas guapo y mas rico?