Pero ¿qué pasa con Madrid? Cuando las cosas iban mal y el Gobierno de España anunciaba medidas duras con recortes a diestro y siniestro, Madrid rápidamente se subía al carro. Bajan sueldos, nos quitan la carrera profesional, no pagan trienios a no fijos, recortan personal, quitan moscosos, canosos, aumentan jornada y no nos dejan trabajar para no gastar, las contrataciones de eventuales son masivas, las jubilaciones dejan las plantillas al límite, se intenta privatizar 6 hospitales, y hacen todas las maldades que se les ocurre. Claro siempre tienen como justificación en el y tu mas, pues Andalucía, Cataluña, y algún otro nos supera en maldades. Pero llega el momento de las elecciones. Madrid «va bien», Madrid es líder, Madrid sin déficit, Madrid es un oasis,….vamos que de Madrid al cielo. Nuevo gobierno, nuevas formas, dejan caer a los históricos y les hacen pagar sus penas, intentando así dar a entender que hay cambio, regeneración, esto es otra cosa.
Se hacen acuerdos de investidura, se aplauden las auditorías, se quitan aforamientos, se quita el Consejo Consultivo, se quiere maquillar al enfermo, que esta terminal y abocado a un final más o menos inminente. ¿Qué pasará el 20D? Se elige para un futuro Gobierno de España, pero de forma indirecta también puede haber cambios autonómicos.
La Asamblea de Madrid es una balsa de aceite. Plácida, acuerdos unánimes, todo son buenas formas, respeto, …esto no parece la sede parlamentaria habitual. Pero llega la hora de la verdad y cuando hay que demostrar que las cosas han cambiado, ¡ZAS! más de lo mismo. Nuevos tiempos, viejas formas.
Entregamos a los partidos los compromisos adquiridos con los facultativos, y se reciben en mano por los portavoces de Sanidad del PSOE, Podemos y Ciudadanos. No sale a recibirlos el del PP, aunque nos contesta por mail con un recibido y compromiso de contestar al escrito. ¿Qué pasara con estos compromisos? Pues lo veremos ahora en la tramitación de los presupuestos, pero me barrunto que por eso de que es posible que me toque gobernar, mejor no me comprometo.
Ya no me creo nada ni a nadie. Uno de los líderes de opinión y de apertura hacia un nuevo modelo de gestión de la Sanidad es el portavoz de su partido en esta materia, pero me temo que es también un verso suelto dentro de su partido y no le permitirán hacer nada que se salga de la senda y cauce establecido.