Está claro que la política de comunicación de la Consejería ha cambiado y mucho. Hacen noticia de todo y están en su papel. Pequeñas cosas que se anuncian como grandes logros. Esto, sin duda, es un cambio importante. Que lo que se hace día a día sea noticia es lo novedoso. Cada día en nuestro ambito sanitario se hacen infinidad de grandes actuaciones, anónimas, calladas, que solo quedan entre los profesionales y sus pacientes. Y de vez en cuando, si alguien quiere ponerse una medalla, sale la noticia «premio al Gerente del Hospital tal o cual por hacer tres trasplantes..o por poner en marcha…», siempre es «La consejería, el Gerente, el Hospital, etc», nunca el profesional sufrido que lo hace, que lo organiza, que lo pensó, que lo diseñó y que se lo peleó, que es lo habitual. La tan de moda frase «poner en valor» las cosas que se hacen, se emplea para ensalzar al que manda y no tanto al que hace. Pero confío en que todo llegará.
Autorizar un tratamiento tras haberlo denegado y verse reflejados en la prensa, es noticia. Lo noticiable fué el origen y también la respuesta del Consejero, no de «la Consejería».
Ahora anuncian que la están buscando la forma de quitar la tasa por pedir una nueva tarjeta. Si se me permite les doy un par de sugerencias. La primera es que si entre los 7.300 millones de euros del presupuesto no encuentran unas «perrillas» para esto, algo estan haciendo mal. Si hacemos unas pequeñas cuentas, vemos que perder 100.000 tarjetas y hacerlas de nuevo, no ya gratis, que para eso están los impuestos que pagamos, sino financiado con lo pagado por todos, son 1 millón de euros. Casi que con unos asesores menos, un coche oficial y alguna otra prebenda ya esta pagado ¿no?.
http://www.elmundo.es/madrid/2015/08/12/55cb84c3268e3e2a288b4590.html
Objetivo, dejar de cobrar la tarjeta sanitaria
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El Gobierno busca la forma de cuadrar la cuentas de la Consejería de Sanidad para que el usuario no tenga que pagar los 10,20 euros de la renovación de su identificación. «Es una prioridad. No me parece justo ni oportuno», dice el consejero.
«La tarjeta sanitaria constituye la llave de acceso al Sistema Sanitario Público Madrileño». Así de claro lo deja la Consejería deSanidad en su presentación web. Y este instrumento de acceso a la asistencia ‘sólo vale por un viaje’. Cuando a uno se la roban, estropea o extravía no le queda otra opción que rascarse el bolsillo. Concretamente, 10,20 euros.
Eso ha sido así hasta ahora, pero la Consejería de Sanidad está haciendo cuentas, «estudiando la forma más idónea para que, sin perjudicar a nadie, para que se deje de pagar», asegura el consejero, Jesús Sánchez Martos. «Es una prioridad. No me parece justo ni oportuno. No me podría mirar a los ojos si siguiésemos haciéndolo», precisa el responsable de la Sanidad madrileña.
Lo primero que hay que hacer cuando uno se queda sin la tarjeta es renovarla. Para ello, se puede hacer por internet o acudiendo a su Centro de Salud con su DNI o NIE en vigor. «Allí le tramitarán una nueva tarjeta con las mismas características y caducidad que la anterior. También podrá solicitarla por vía telemática si dispone de DNI electrónico o certificado de firma digital», precisa la Consejería.
Antes de recibir la nueva identificación, el usuario tendrá que rellenar un documento de pago, cuya cuantía «es de 10,20 euros (actualizable según evolución del IPC), en concepto de tasa de emisión sucesiva por causa no imputable a la Administración».
Es en este punto en el que los nuevos responsables sanitarios no están conformes con lo que se ha venido haciendo hasta ahora. El dinero que se cobraba a los usuarios servía para garantizar el coste del servicio que se daba. Es decir, el gasto que ha ocasionado a la Administración la emisión de la nueva tarjeta sanitaria.
En caso de que se haya cambiado de domicilio, el usuario tendrá que aportar un certificado de empadronamiento actualizado. Una vez validada la solicitud, se enviará la identificación sanitaria por correo a su domicilio.
La renovación es automática en el caso de los afiliados a la Seguridad Social, pensionistas y sus beneficiarios, siempre que no se hubieran producido grandes modificaciones. En el resto de los colectivos, sobre todo los no afiliados, las tarjetas se renuevan a demanda de los ciudadanos según la caducidad de los mismos, según precisa la Consejería de Sanidad en su página web.
La presidenta regional, Cristina Cifuentes, tenía muy claro el perfil que quería que tuviese el nuevo consejero de Sanidad: un hombre aflable, que conociese en profundidad el sector y que fuera capaz de restablecer los puentes demolidos con los profesionales del equipo anterior de Gobierno. Además, Cifuentes insistió durante la campaña en la alta calidad del servicio sanitario madrileño y quería que su responsable supiera poner esa circunstancia en valor y que tuviese facilidad para comunicarlo a la sociedad.
Es por ello por lo que se decantó por Jesús Sánchez Martos para ocupar ese puesto. Ella siempre habló más de perfiles que de nombres para los miembros de su Gobierno. Sánchez Martos tiene una amplia experiencia en los medios de comunicación en relación con asuntos de la Medicina.
Es doctor en Medicina y Cirugía, diplomado en Enfermería y Catedrático de Educación para la Salud de la Universidad Complutense de Madrid. Ha realizado diversos trabajos de investigación en el área de la Educación para la Salud y sobre la repercusión que los medios de comunicación tienen sobre la salud.
El doctor Sánchez Martos ha dirigido diversos espacios de salud tanto en la radio como en la televisión y es autor de múltiples estudios que han sido publicados en revistas nacionales e internacionales del sector.
Es independiente y no es afiliado del PP. Ha estado en verano, al igual que el resto de sus compañeros de Gobierno, poniéndose al día de su área de competencia.